lunes, 19 de julio de 2010

Crisis Hospitalaria en Venezuela
















Realidad de la crisis hospitalaria que atravesamos los venezolanos

Al compás de los cambios ideológicos, sociales, políticos y económicos de los últimos 200 años, unidos a los avances científicos y tecnológicos en el mundo, los hospitales han adquirido el carácter de organizaciones humanas complejas. Esa complejidad deriva de la multiplicidad de variables intervinientes en el funcionamiento de las entidades hospitalarias para alcanzar la misión que tienen en la sociedad.
La misión de los hospitales es prevenir las causales de pérdidas de salud, restablecer la misma y atenuar el dolor de las personas, para devolverlos a su hábitat para el disfrute (al menos físico y mental) de una vida productiva y con calidad. En el cumplimiento de esta misión, intervienen múltiples y diversas variables, entre otras tenemos:



• Es un centro donde laboran numerosas personas con distintos grados de formación y desarrollo. • Muchos conocimientos científicos y tecnológicos diversos.
• Múltiples equipamientos con distintos grados de desarrollo tecnológico.
• Una enorme cantidad de productos hospitalarios diferentes para satisfacer necesidades diversas.
• Enormes sumas de dinero para financiar la actividad.
• Múltiples y diversas fuentes de financiamiento.
• Una población de edad cada vez mayor.
• Una población acorralada por la violencia.
• Una legislación sanitaria cambiante o ausente.
• Numerosos y diferentes proveedores de servicios vinculados al hospital con diversas relaciones jurídicas y económicas.

Esta complejidad institucional, una de las más grande del mundo, muchas veces la hace ver ingobernable pero se convierte en un desafío de habilidades, destreza, liderazgo, sentido común, conocimientos, tolerancia, visión, equipo y con la imperiosa necesidad de organizar dinámicamente las múltiples y diversas variables, vinculándolas entre sí a través de una orientación gerencial y con sentido estratégico para el cumplimiento de la misión sanitaria, durante un tiempo pactado.

Tan compleja puede ser una institución hospitalaria en nuestro país, como compleja puede ser su crisis, si observan no hay culpables ni responsables todos señalan y se quejan del siguiente nivel. Solo el pueblo sufre sin final feliz. Nuestros hospitales son ineficientes porque están organizados para ser ineficientes:

Primero, no existe una ley de salud que regule el funcionamiento del sector, desde diciembre 2004 no se discute el€ tema en la Asamblea Nacional, las razones sencillas, pero meritorio de otro artículo. Segundo, falta de planificación: los planes operativos anuales son irreales, basados en consumos históricos, cuanto gastamos el año pasado más la inflación, eso motivado a que generalmente los presupuestos son reconducidos y muchas veces reducidos. Se planifica tomando en cuenta la oferta, y no la población objetivo a atender, ya que generalmente la desconocen, no existe un sistema de registros que asegure la atención histórica del paciente, actualmente usted puede acudir con una cefalea el mismo día, desde un ambulatorio pasando por un CDI, hasta un hospital universitario, y será atendido sin importar la complejidad del caso, ni el lugar de procedencia, incluso hasta su dirección puede ser falsa y no hay forma de comprobarla, no existe una puerta de entrada normada. Ningún país del mundo puede tener un sistema de salud de calidad sino es capaz de responder 3 preguntas básicas: ¿Cuántos somos? ¿Dónde estamos? y ¿qué hacemos?. Requisito indispensable para toda planificación es conocer los beneficiarios o población objetivo.

Tercero, si lograríamos responder las 3 preguntas básicas antes mencionadas no podríamos avanzar mucho, porque en nuestro país no existe un sistema de costos ni registros de gastos de actividades en nuestros hospitales, si usted no sabe cuánto le cuestan los alimentos jamás podrá saber cuánto dinero necesita para comer 15 días su familia y menos que cocinar, y cuando el que trabaja, va al mercado, cocina y come son personas distintas que no se hablan, el problema es más grave. Eso mismo está ocurriendo en nuestros hospitales, la enfermera que usa los guantes no interviene en la solicitud de la calidad del producto, el administrador o director solicita los insumos a su parecer y el nivel central compra dependiendo su criterio y disponibilidad, es la razón de encontrar medicamentos en nuestros almacenes vencidos y ausentes los que se necesitan, sencillamente por el divorcio en el ciclo de compras, no existe autonomía de gestión. La solución esta distanciada del problema

Cuarto, las ineficiencias de los hospitales ocasionadas por la organización funcional están siendo superadas en los países desarrollados a partir de la consideración del hospital como empresa de servicios, en el caso venezolano sin fines de lucro, ya que la salud es un derecho social fundamental y es responsabilidad del estado donde este garantiza su financiamiento.

Finalmente, atendiendo a esta problemática, sería conveniente mencionar que una de las principales obligaciones del Estado es ofrecerles a los venezolanos un servicio de salud de calidad, pues es un derecho social establecido en la Constitución de la República, pero la realidad nos indica que no se está cumpliendo. Ante semejante crisis, palpada hoy como una realidad infernal por los habitantes de nuestro país, se impone necesariamente una rectificación por parte del Gobierno en las políticas sanitarias y asistenciales. Es necesario que se construyan más hospitales, que se doten más medicinas, más equipos médico-quirúrgicos, porque mientras cada año egresen miles y miles de doctores en nuestro país, no servirá de mucho si las condiciones son alarmantes en su campo de trabajo.